miércoles, 29 de septiembre de 2010

Travesía por las Sierras Chicas y de Totoralejo (24, 25 y 26 de Setiembre de 2010).

Viaje atípico, si así se lo puede denominar, inició SEP el Viernes 24-09-2010, ya que sanas diferencias hizo que para llegar a La Granja (punto de partida para los recorridos seleccionados ubicada a 6 kilómetros al sur de la localidad cordobesa de Ascochinga) los catorce participantes de este viaje se formaran en dos grupos, quienes condujeron sus motos hasta el lugar citado y quienes remolcaron sus vehículos en trailer.
Nos encontramos "todos" en La Granja alrededor de las 19 hs. la mayoría de SEP mas algunos riders invitados, iniciando casi de inmediato el fuego para el asado, que ya es casi costumbre como primera cena, como así también, aprontando los vehículos para la mañana siguiente, todo con el cielo encapotado, presagiando una inminente lluvia, la cual llegó un par de horas más tarde, dándonos el tiempo suficiente para la cocción de la carne.
Desayuno previo, el Sábado 25, a las 8 hs. arrancamos -con algunas gotas- el pretencioso recorrido de doscientos diez kilómetros para realizar en todo el día, no sin antes comentar la bondad de la lluvia de la noche, aspecto que favorecería el manejo de las motos ya que logró asentar eficazmente las partes “flojas” de estos pintorescos caminos serranos, pasando por las siguientes localidades Ascochinga, La Pampa, El Cauce, Bajo de Olmos, Colonia Hogar, San Pellegrino, Todos los Santos, Ongamira, Quebrada de la Luna, Charbonier, Santa Inés, Río Seco, Capilla del Monte, San Marcos Sierra (donde almorzamos), Pintos, La Cumbre, Estancia El Rosario, Tiu Mayu, Ascochinga y La Granja nuevamente.
El regreso al hotel fue a las 17 hs. aproximadamente, realizando un tiempo más que aceptable para todo el recorrido, teniendo en cuenta la demora ocasionada por un problema mecánico y la infaltable pinchadura.
Por la tardecita llegó la lluvia en buena cantidad, lo cual hizo que en la cena, compartiendo unos cabritos asados, se definiera que pasos seguiríamos en la mañana del Domingo luego del desayuno analizando la factibilidad de la salida, para desandar otros pretenciosos ciento cuarenta kilómetros, pero solo en mediodía, lo que nos permitiría poder regresar al hotel y retornar a Sunchales a media tarde.
Siendo las 9 hs. del Domingo 26, y con los caminos en inmejorables condiciones para el endurismo, acompañados de algunas gotas, arrancamos con el segundo itinerario, pasando por Ascochinga, La Pampa, Santa Catalina, Colonia Hogar, San Pellegrino, Todos los Santos, Ongamira, La Higuerita, Las Palmas, Ischilín Viejo, Ischilín, Villa Albertina, Cañada de Río Pinto, Pinto, Aguas de las Piedras, Santa Catalina, La Pampa y Ascochinga, llegando a La Granja a las 13.30 hs., no sin antes recorrer los últimos kilómetros con lluvia y algunas piedras, como despedida y habiendo tenido otro problema mecánico y dos nuevas pinchaduras.
Algunos de los excursionistas, se separaron del grupo en Cañada de Río Pinto, para emprender el regreso a Eusebia, Colonia Aldao y Sunchales, ahorrando algunos kilómetros y sobre todo tiempo, dado que el pronóstico no era el deseado para viajar con tranquilidad, aspecto que siempre destacamos por la actividad que se realiza. No nos equivocamos en el análisis, ya que se desplazaron por más de una hora por lluvia, cuestión que nos enteramos una vez llegados a nuestro destino en Sunchales.
Por los caminos recorridos, hemos disfrutado tanto los máquinas como de los paisajes que son característicos de las sierras cordobesas, destacándose sobremanera el paso por Ongamira por su particular formación y todas los pequeños poblados/caseríos atravesados, incluyendo las estancias jesuíticas, especialmente la de Santa Catalina.
Una vez más, cumplimos la travesía prevista sin ninguna contingencia más que las relatadas, respetando los niveles de seguridad recomendados para poder estar desarrollando estos comentarios. Revalidamos una vez más la colaboración, solidaridad y el espíritu altruista del grupo y lamentamos la no participación de algunos integrantes, que por diversas circunstancias no pudieron ser de la partida.
Volveremos con el próximo relato, seguramente comentando la actividad solidaria a realizar visitando la escuela rural de Taco Pozo (en la hermana provincia de Santiago del Estero), si el camino lo permite o bien en el norte de la provincia de Santa Fe, cerca del pueblo de Garabato.
A todos los que quieran seguir las actividades del grupo como así también poder observar las galerías fotográficas de las distintas travesías, los invitamos a visitar el blog SEP en:
Hasta la próxima travesía…
QUE LAS RUEDAS SIGAN RODANDO!!!

sábado, 11 de septiembre de 2010

Travesía a Cerro Áspero (3, 4 y 5 de Setiembre de 2010).

Como ya es costumbre en el grupo, esta travesía comenzó a planificarse con el tiempo necesario para que todos los aspectos de logística y seguridad (tanto personal como la de las motos) estén cubiertas, para evitar cualquier tipo de eventualidad que ponga en peligro, primero nuestra integridad física y luego, la de nuestras motos, aunque, sabemos que en muchas circunstancias ambas van de la mano.

Sabiendo de las características del terreno y de las posibles dificultades tratamos de proyectar varias posibilidades de la forma en cómo realizar el viaje, y prepararnos para tal exigencia, dejando en manos del azar y de la improvisación, la menor cantidad de cuestiones, que juegan un papel importante en este tipo de aventuras.

Todo comienza el viernes 3 de septiembre. Son de la partida una parte del grupo SEP más otros “riders” invitados para este viaje. A las 13 horas aproximadamente nos disponemos a cargar nuestras motos en los trailers, ya que por decisión unánime se dispuso viajar hasta la zona de la travesía, con las motos cargadas, debido a la distancia desde nuestra localidad, y de la exigencia física que demandaría dicho viaje.

Siendo las 14 horas y con las cuatro camionetas aprestadas con las pertenencias personales y las motos debidamente seguradas, partimos hacia nuestro destino, la localidad cordobesa de Santa Rosa de Calamuchita.

Manteniéndonos en contacto permanentemente, durante todo el trayecto y haciendo las paradas pertinentes, para un pequeño descanso y agrupamiento, llegamos a las cabañas que se habían reservado para todo el fin de semana, pasadas las 19 horas. Allí nos esperaba nuestro casero, cocinero y finalmente amigo oriundo de nuestra zona, Edgardo, quien nos ubicó rápidamente en las instalaciones, y luego de ducharnos, degustamos un rico asado en la casa club del complejo.

Siendo las 23 horas y habiendo compartido la cena y muy grata reunión para ultimar detalles, nos fuimos todos a descansar, esperando ansiosamente que despuntara el alba, para comenzar con todo aquello que habíamos planificado y esperado.

Conforme se había pactado, a las 7 horas de la mañana del sábado, comenzaron a sonar los despertadores y cada uno fue levantándose, aprovechando para tomar un sustancioso y muy necesario desayuno para enfrentar la actividad. Previo a la salida, cada uno emprendió la tarea de cambiarse con la indumentaria apropiada, pantalones, botas, protecciones adicionales, abrigos, camperas, guantes y cascos como también todos los elementos de auxilio que corresponden a cada moto. Por supuesto un apropiado y muy variado botiquín, infaltable siempre en nuestras mochilas en cada una de muestras aventuras.

Comenzamos el viaje desde Santa Rosa de Calamuchita recorriendo unos quince kilómetros por la R.P. 5 hasta el camino ripiado que nos introducía al cerro. Tomando esos rústicos caminos de grueso ripio serrano, comenzamos a dejar atrás parajes, un hermoso dique y pequeñas localidades como Villa San Ignacio y Amboy, donde hicimos una pequeña parada de reagrupamiento y revisión del estado de cada viajero y su vehículo. Luego de recorrido varios kilómetros más, volvimos a reunirnos con la misma finalidad explicada más arriba, comentando los caminos recorridos y lo pintoresco del paisaje. Luego de unos minutos, continuamos la travesía.

Ya amigados al terreno y con nuestras primeras ganas conductivas calmadas, seguíamos rodando por esos interminables caminos serranos, cuando da a poco y acercándonos a la zona más alta de los cerros, comenzamos a notar que el paisaje se tornaba cada vez más blanco (por la nieve), frío y ventoso.

Más inspirados aún y entusiasmados, comenzamos cuidadosamente a transitar por caminos nevados, donde en algunos tramos la nieve nos llegaba a la rodilla o a la mitad de la rueda de la moto. Gozábamos de un paisaje indescriptible y nuevo para casi todos los integrantes del grupo y de los invitados a esta travesía. Por supuesto, empezaba la mejor zona para disfrutar, nos detuvimos en varias oportunidades, tomamos incontable cantidad de fotos y filmamos todo el paisaje que nos envolvía.

Tuvimos las ganas y los deseos de bajar hasta el famoso “Pueblo Escondido” –vieja mina abandonada-, pero dadas las condiciones climáticas, lo escarpado y difícil del terreno recorrido hasta allí, decidimos dejar la posibilidad de hacerlo al regreso y por la tarde, cuando la nieve se hubiere descongelado.

Continuamos divirtiéndonos y manejando por las cercanías del “Cerro Áspero”, y en nuestra ruta encontramos dificultades como hielo, vados de pequeños riachos de montaña y hasta un lugareño en dificultades con su camioneta 4x4 atascada en la nieve. Fiel a nuestro sentir y espíritu solidario, lo asistimos y entre todos pudimos sacar la camioneta de la incómoda situación, pudiendo luego de ello seguir cada uno su camino. Unos kilómetros después llegamos al parador “El Filo”, lugar cumbre del cerro y donde comienza la ruta de descenso a la localidad de Merlo, en la provincia de San Luis. Un recorrido de 18 kilómetros de asfalto con innumerable cantidad de curvas y bellas vistas del valle nos acompañaron.

Al llegar a Merlo lo primero fue reagruparnos, reaprovisionarnos de combustible y verificar el estado de nuestras motos. Luego de un recorrido de poco más de cien kilómetros y cuatro horas y media de manejo, nos dispusimos a almorzar y descansar para reponer fuerzas. Comentando las vicisitudes del recorrido y cada uno recuperando energía con ricas pastas y carnes, nos hidratamos adecuadamente y nos dispusimos a regresar por el mismo recorrido.

Para nuestra sorpresa, cuando llegamos a la zona que había sido tan rebelde con su nieve y sus piedras resbalosas, se había convertido en unos pocos despojos de nieve y bastante barro. Animados por haber tenido la suerte de que el hermoso día de sol y fuerte viento nos había mejorado el camino, retornamos por nuestras anteriores huellas, deseando poder hacer el trunco descenso de la mañana a Pueblo Escondido.

Llegamos al lugar y entusiasmados con la posibilidad comenzamos a descender. Debido al deshielo que hacía muy resbalosas las grandes piedras y lo complicado del sendero, la mayoría tuvimos que volver y desistir del intento. Sólo tres de los integrantes pudieron llegar muy cerca, pero como no contaban con suficiente combustible y las horas de luz necesarias, retornaron pero victoriosos con fotos tomadas del lugar, que resultó definitivamente inalcanzable.

Reagrupados otra vez, emprendimos el aún largo retorno a Santa Rosa de Calamuchita. Llegamos a las 20.30 horas aproximadamente, felices de haber podido realizar la aventura del Cerro Áspero.

Allí nos esperaba nuevamente Edgardo, con un excelente cordero asado al cual le rendimos los honores correspondiente, dejando limpia hasta la parrilla. Regocijados por la extraordinaria jornada de travesía, la cena y la posterior charla para contar cada uno su experiencia, nos fuimos a descansar ya que al día siguiente aun nos faltaban caminos por recorrer.

Repitiendo la rutina de la mañana anterior, reaprovisionamos con combustible muestras maquinas y comenzamos a rodar otra vez. En un recorrido pintoresco pero mucho más corto y menos exigente, nos dirigimos hasta el Cerro Pelado y luego de haber conocido tan lindo lugar con un bello embalse, retornamos a las cabañas siendo aproximadamente las 12.30 horas, y comenzar a preparar todo para nuestro regreso a casa.

Teniendo el corazón satisfecho, los cuerpos gustosamente cansados y nuestra inquebrantable voluntad de seguir viajando emprendimos el regreso. Nos detuvimos a almorzar, agrupados y organizados como siempre, llegamos a casa pasadas las 20 horas del domingo 5 de septiembre.

Hasta la próxima travesía y QUE LAS RUEDAS SIGAN RODANDO!!!

lunes, 6 de septiembre de 2010

AVISO: Travesía a Cerro Áspero y Pueblo Escondido (3, 4 y 5 de Setiembre de 2010).

SEP ha retornado de la que fue una excelente travesía por la zona de Cerro Áspero y Pueblo Escondido.

El grupo llegó hasta Merlo (San Luis) el día Sábado.

En breve publicaremos los relatos y las fotos de tan buena experiencia.

Felicitaciones al grupo!!!! Prensa SEP.


domingo, 5 de septiembre de 2010

Salida de Entrenamiento (Domingo 05 de Setiembre 2010).

Mientras gran parte de SEP estaba de travesía por Cerro El Áspero y Pueblo Escondido, en la provincia de Córdoba, un pequeño grupo SEP (Quique, Daniel, Pablo y Elrauli) aprovecharon el buen clima del domingo para hacer una pequeña travesía de entrenamiento.

La idea fue salir temprano para poder regresar al medio día, para compartir el almuerzo con nuestras familias.
Es así que a las 07.15 horas nos encontramos en el lugar habitual (estación de servicio sobre la Ruta Nacional 34) y partimos (por camino de tierra) hacia la Laguna La Verde (35 km al norte de San Cristóbal).

Llegamos aproximadamente a las 08.50 horas y aprovechamos para tomarnos unos mates, ya que Quique de forma muy inteligente pudo llevar el equipo de mate. Observamos un rato la laguna con una quietud y tranquilidad considerable, ya que al no haber viento, el agua parecía "un espejo".

Luego de un rato, emprendimos el regreso intentando llegar a la Laguna La Cabral pero no pudimos hacerlo porque el camino de acceso estaba cerrado.

Después de cargar nafta en San Cristóbal, volvimos por ruta hasta Moises Ville y luego por tierra hasta Sunchales.
A las 12.10 hs estábamos de regreso, luego de haber disfrutado una pequeña travesía que sirvió para "ablandar un poco los dedos" y aprovechar tan lindo día después de una semanita de mal tiempo.

Esperaremos el retorno del grupo que viajó a Córdoba para poder compartir la, seguramente, inolvidable experiencia.

QUÉ LAS RUEDAS SIGAN RODANDO!!!

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Cuarta Travesía SEP a Limache (16 de Agosto de 2010).

Escapada solidaria de Suncho Enduro Pampa.

El pasado lunes 16 de Agosto, aprovechando el feriado sanmartiniano, SEP organizó una nueva salida, esta vez de hondo contenido solidario para dar una mano a nuestros necesitados hermanos santiagueños, con la intención de llegar hasta una escuela situada en Taco Pozo, en lo más interior de la Argentina profunda, mencionado en los anteriores artículos publicados y poder hacer entrega de un donativo consistente en útiles escolares.

La alborada del día que teníamos por estrenar, puso a prueba el temple y espíritu del pequeño grupo (los restantes integrantes por diversas razones no pudieron ser de la partida), que debió afrontar las bajas temperaturas reinantes hasta que el sol empezó a calentar la mañana.

Cerca de las 07.30 horas tres enduristas (Daniel, Quique y Andrés), partieron desde nuestra ciudad, uniéndosele en el camino dos integrantes más, de Colonia Aldao (Juan Carlos) y de Eusebia (Hugo), rodando mayoritariamente por caminos de ripio/tierra.

Promediando media mañana hubo que afrontar el primer inconveniente, una cubierta que se estaba desinflando (por suerte delantera), solucionado rápidamente con el aerosol repara pinchazos. Estos imponderables que nunca faltan, son afrontados con calma, humor, solidaridad, ayuda y aporte de todos. Por supuesto, se aguardó pacientemente para seguir el derrotero, debido a que ningún piloto es dejado atrás sin la debida asistencia para solucionar el inconveniente.

Pasamos por Colonia Bossi, la R.P. 23, el cruce a Colonia Rosa, Colonia Mackinlay, El Bellaco, y por la R.P. 22, ingresando a la pequeña localidad de Colonia Alpina, donde la logística SEP había previsto la carga de combustible, mas resulta que el abastecimiento no era en una estación de servicio sino en una cooperativa, cuyos encargados estaban ausentes. Ante nuestros tanques sedientos, hubo que reprogramar el recorrido, circulando algunos kilómetros más al norte, para arribar a Selva por la R.P. 15 en donde nos aprovisionamos.

Cuando abandonamos el corto tramo pavimentado, nos fuimos internando rápidamente en un panorama que presentaba un camino bastante desmejorado, con un cartel que advertía la presencia de puentes rotos que impedía el tránsito pesado. Los fuimos pasando sucesivamente, con la precaución del caso, ya que muchos de los pozos que ellos presentaban eran de un ancho similar al de nuestras cubiertas, y si la mala fortuna hacía que alguien calzase la llanta allí, realmente nos veríamos en problemas y ante una caída casi segura; pero al parecer estábamos aliados con la suerte y no hubo contratiempo alguno.

Otro tramo presentó una superficie de varios centímetros de espesor de tierra, con una consistencia muy parecida al talco, donde hubo que extremar las precauciones, mientras que más adelante, en otro trayecto del camino, tuvimos que sortear profundos huellones y sectores con piedras sueltas; tampoco faltó hacienda suelta deambulando, que debimos "arrear" o esquivar, dejando tras nuestro paso amplias zonas con agua en ambos costados.

Cercano el medio día, llegamos hasta un punto en que el agua cortaba el camino, impidiéndonos el paso por allí, debimos dar un rodeo que nos arrojó en la Escuela Nº 1159 de Limache (Santiago del Estero), donde consultamos sobre el estado del tramo faltante hasta Taco Pozo, donde nos informaban que había numerosos cortes de agua en el camino con abundante barro, no obstante las advertencias, decidimos intentar proseguir, pero al llegar al primero de ellos, el camino se angostó a tal punto que sólo podíamos circular en fila uno detrás de otro, rodeados de agua, y en ése trance una de las motos atascó toda su rueda delantera, que sacamos tirando de ella casi con barro hasta los tobillos.

Deliberamos en el lugar qué decisión tomar; a ésa altura eran casi las 13.00 horas, y si bien con sacrificio podíamos afrontar el resto del camino; en caso de poder sortear todos los obstáculos, teníamos luego el regreso por el mismo lugar, pero ello implicaba retornar los casi 280 kilómetros de vuelta con la noche sobre nuestras espaldas, lo cual queríamos evitar por motivos de seguridad de marcha.

Volvimos sobre nuestros pasos hasta Limache, y nos presentamos ante la Maestra y Directora Patricia Gallo que contaba con la asistencia de dos personas más, a quien le ofrecimos nuestro donativo, consistente en una dotación completa para 12 alumnos compuesta por lápices negros, de colores, fibras, lapiceras, sacapuntas, gomas, reglas, cuadernos, pegamentos, etiquetas, complementadas de tres Constituciones Nacionales, un diccionario, y una importante cantidad de mapas y láminas didácticas; que ella agradeció profundamente, en nombre de los alumnos del lugar, que eran unos escasos quince. Redactó a modo de formalidad, un acta donde resumió el propósito de nuestra visita, y compartimos y disfrutamos brevemente de la hospitalidad típica de las personas que, aisladas y acompañadas de su soledad, brindan todo lo poco que tienen en agasajo a los visitantes.

La pobreza del lugar nos resultó emblemática; un mástil con una desgastada bandera, ningún árbol en las cercanías, una construcción humilde de techos de zinc bajos y desvencijadas aberturas, con tan sólo cuatro dependencias: un depósito, la pequeña aula, una cocina, y un dormitorio, unidos por una galería central.

Ya descansados, acordamos en que nos avisarían el momento en que los caminos estuviesen en mejores condiciones de transitabilidad, para llegar a nuestro destino prefijado y aún no concretado, Taco Pozo, por lo que nos despedimos y encaramos la vuelta; haciendo unas breves paradas para compartir nuestra comida e hidratarnos, así como sacar algunas fotos para retratar los paisajes visitados.

Habiendo repostado combustible en San Guillermo, pasamos Morteros, rodamos por la R.P. 22 hasta la R.P. 280 S, Eusebia, Colonia Aldao, y Sunchales, arribamos cerca de las 18.00 horas; con un resumen de marcha que incluye un total de 529 kilómetros recorridos, once horas de vivencias inolvidables, tres provincias tocadas en el misma jornada, y la satisfacción del deber cumplido, con quienes están en una situación de imperiosa precariedad, comprobando que la teoría del aporte del granito de arena sirve para dibujar una sonrisa en el rostro del prójimo.

Y LAS RUEDAS SEGUIRÁN RODANDO, hasta la próxima travesía!!!

Tercera Travesía SEP a Cerro Colorado (12 y 13 de Junio de 2010).

Suncho Enduro Pampa viajó a la casa de Atahualpa Yupanqui.

Sábado, 12 de Junio, son las 5.45 horas de la mañana, suena el despertador, y a decir verdad está más para seguir durmiendo que para levantarse, tanto por el frío reinante como por el cansancio de la semana en las actividades cotidianas. Sin embargo, Suncho Enduro Pampa salía nuevamente a la ruta y era ese un motivo más que valedero para saltar de la cama y prepararse para la partida.

En esta tercera salida del grupo, el destino elegido fue la pequeña localidad cordobesa de Cerro Colorado (Dpto. Río Seco), lugar donde se encuentra emplazada la casa que habitara el famoso "Don Ata" gran parte de su vida. El sitio se halla ubicado en un ámbito típicamente serrano rodeado por cerros de media altura, donde se destaca el que le da nombre a la población, pequeños arroyos de aguas cristalinas y vegetación variada.

La idea original del viaje, y fiel al estilo del grupo, era llegar a este lugar transitando caminos "off road", tratando de evitar los caminos asfaltados y recorriendo la mayor cantidad de kilómetros por caminos de tierra, arena y/o ripio. La primera alternativa para dirigirnos hacia aquel lugar, era la de transitar el recorrido por mayoría de caminos como los precitados, llegando hasta Colonia Alpina (Santiago del Estero), y siguiendo más al noroeste unos kilómetros hasta encontrar el famoso "Camino Alto" que desemboca, corriendo de este a oeste, en las cercanías del paraje Paso de la Cina. Siguiendo por distintos caminos se puede llegar hasta nuestro destino inicial.

Sin embargo en los días previos al viaje, una parte de este camino estaba anegado a causa de que desde el Embalse del Río Dulce en la localidad santiagueña de Termas de Río Hondo había bajado una cantidad importante de agua, lo que hacía muy dificultoso y casi imposible la circulación por el camino pretendido.

Es por esto que se reprogramó el camino, transitando por ruta hacia la localidad cordobesa de Obispo Trejo, de allí tomando hacia el norte por un camino que en una pequeña porción está pavimentado y el resto es de tierra pasando por La Posta, Las Arrias y Sebastián Elcano, donde se gira al oeste ya por pavimento, para arribar a Santa Elena (sobre la Ruta Nacional 9), desde donde se llega a Cerro Colorado, luego de once kilómetros más al oeste.

Como la madrugada se presentaba cerrada, se fue partiendo de Sunchales en grupos de cuatro/cinco motos, distanciados aproximadamente a 100 metros cada uno de los enduristas y con diez minutos de diferencia entre cada grupo, para no afectar la seguridad del grupo como la de terceros en ruta, aspecto que se tiene como premisa fundamental en cada travesía. De la partida, fueron trece motociclistas, y un vehículo de apoyo para llevar todo lo necesario para la travesía.

Ya en Cerro Colorado y luego del medio día, se inicia el recorrido por las inmediaciones del lugar, por senderos serranos donde se realizaron variados tramos de enduro, pasando por parajes como Caminiaga, San Pedro Norte, La Quinta y Rayo Cortado.

En la mañana del domingo, y luego de visitar la casa museo de Atahualpa Yupanqui, se emprendió el regreso con la particularidad que en vez de hacer el tramo Cerro Colorado – Villa del Totoral por la ruta 9, se transitó por las sierras y gran parte por el llamado "Camino Real" (camino que antiguamente comunicaba el Alto Perú con el Virreinato del Río de la Plata).

A lo largo del trayecto se encuentran vestigios de estancias y templos fundados por los Jesuitas entre el año 1599 y 1767. El recorrido incluyó lugares como Caminiaga, El Perchel y Villa Tulumba, destacándose la variabilidad de la topografía, como así también los bellos paisajes que en este camino se pudieron visualizar.

Ya en Villa del Totoral, parada técnica necesaria en todos los aspectos, se inició el retorno por ruta para llegar a Sunchales aproximadamente a las 18.30 horas del mismo día domingo, tras recorrer en total ochocientos veinte kilómetros.

Una vez más, muchos de los participantes del viaje, fueron sorprendidos muy gratamente por los bonitos y agrestes paisajes que se conocieron, confirmando la amplitud de lugares que ofrece nuestra Argentina, y que seguramente, como muchos, nunca había escuchado acerca de ellos.

Sin dudas, es recomendable a los que gustan de este tipo de paisajes serranos, hacerse una escapada para conocerlos. Indudablemente se sentirán tan sorprendidos como ha ocurrido al grupo y que augura retornar en un próximo viaje.

Los integrantes del viaje fueron en esta ocasión, de Sunchales: Raúl Avila, Daniel Marotti, Javier Manera, Sergio Chervat, Sergio Gaggi, Daniel Guglielmone, Andrés Remondino, Gustavo Fenoglio, Pablo Alemani, Enrique Toselli; de Rafaela: Mariano Cravero; de Colonia Aldao: Juan Carlos Abt; y de Eusebia: Hugo Saranz.

Ante cualquier consulta que pueda surgir de este recorrido, se pueden comunicar personalmente con cualquiera de los viajeros.

Segunda Travesía SEP a Laguna del Palmar (24 de Abril de 2010).

Más allá de haber transcurrido un mes de la primera travesía, y aún con la adrenalina latente en nuestros cuerpos y mentes, emprendimos el Sábado 24 de Abril de 2010, la segunda excursión con destino a Laguna El Palmar, ubicada en el Departamento Vera (SF), que había quedado trunca por factores climáticos en oportunidad de efectuar aquella primera experiencia, como asimismo, el fin de semana anterior a la fecha indicada, por las mismas razones.

Tanques llenos, buen abrigo y con la atención debida para el manejo de nuestros vehículos, emprendimos el viaje a las 7.50 hs. desde la ciudad del cañón.

Por diversas circunstancias y como siempre sucede en los grupos numerosos, solamente fuimos de la partida en esta oportunidad, siete de los integrantes de aquel primer viaje: Raúl Avila, Pablo Alemani, Gustavo Fenoglio, Enrique Toselli, Juan Carlos Abt, Javier Manera y Daniel Guglielmone, agregándose en esta ocasión una persona con vasta experiencia en viajes en moto, como es Hugo Mancini de la vecina Colonia Aldao.

Iniciamos el recorrido hasta Colonia Raquel transitando el camino central que la une a Sunchales, donde accedimos al pavimento. Desde allí hasta Humberto Iº rodamos con nuestras motos por la Ruta Provincial (RP) Nº 62, seguimos por la RP Nº 13, hasta San Cristóbal, donde nos reaprovisionamos de combustible e hicimos un alto para beber un buen café caliente ya que la mañana estaba bien fresca. Desde este punto transitamos por la RP Nº 2, hasta retomar nuevamente la RP Nº 13, pero ahora por camino de tierra.

Desandamos nueve kilómetros aproximadamente, la Ruta Nº 95-S fue testigo de nuestro paso hasta el paraje “El Lucero” -previamente atravesando la localidad de “Aguará Grande”-, donde con rumbo NE accedimos a la RP Nº 38, unos quince kilómetros, circulando luego por la RP Nº 37, para llegar finalmente a nuestro destino, que hasta ese momento se nos había negado, no sin antes sortear un par de pantanos -algunos con mayor pericia que otros-, y donde pudimos apreciar los cambios permanentes de paisajes que nos ofrecía el camino serpenteante, el Río Salado casi un canal con muy poco caudal, desembocando en tan maravilloso lugar, desconocido para todos nosotros como para mucha gente, aproximadamente a las 11.20 hs., luego de recorrer 210 kilómetros.

Ya nos esperaba Hugo Romagnoli, dueño de la estancia en donde se ubica la Reserva Provincial de Uso Múltiple “Lagunas y Palmares”, lindante con el hoy caudaloso Río Calchaquí, fin de la ruta mencionada, ya que el viejo puente de madera fue derribado, sin aún haber concluido el nuevo, vaya a saber por qué motivo o razón, causando a los vecinos de ambas orillas trastornos de comunicación en todo sentido.

Destacamos y agradecemos desde ya la atención de Hugo, tremendo anfitrión, quien tuvo que cruzar en canoa el Río Calchaquí para ello (ya que él vive en la localidad de San Justo), guiándonos más tarde por toda la costa barrosa de la laguna, completa de palmares y largos pantanos, adentrándonos varios kilómetros llegando a una angostura donde nuestros ojos se recrearon con tan hermoso lugar, que se encuentra en nuestra querida Provincia de Santa Fe, todo ello captado por nuestras cámaras.

Volvimos al puesto de la estancia, en donde Pedro -puestero y asador- nos esperaba bajo un rústico quincho, con unos sabrosos choripanes, frugal almuerzo conjuntamente con unos escabeches caseros, provisión que lleváramos con dichos fines, como para obsequiar de nuestro anfitrión.

Lógicamente, como ocurre en estas circunstancias, charla mediante, intercambio de opiniones y comentarios de todo tipo, mientras unos cambiaban la cámara pinchada de alguna de las motos y otros cargaban combustible, se definió el próximo destino, no aún la fecha, mapa en mano (camino asfaltado o camino de tierra, a gusto del conductor), para desarrollar nuestra tercera travesía, pero ya en una jornada de dos días hacia Cerro Colorado (Cba.), tierra natal de Atahualpa Yupanqui.

Así, luego del pequeño descanso, nos despedimos de Hugo y Pedro, quedando comprometidos con una nueva visita muy pronto, partiendo a las 15.20 hs., recorrimos el mismo camino hasta “El Lucero”, siguiendo ahora por la RP Nº 38 hasta la RP Nº 13, tomamos rumbo sur ocho kilómetros y desviamos hasta la RP Nº 2 (Huanqueros), para llegar a San Cristóbal, reaprovisionándonos de combustible, repetimos el mismo derrotero de la mañana y llegamos a Sunchales a las 18.40 hs., con 227 kilómetros recorridos en el regreso.

Llenos de satisfacción por hacer concluido el día sin mayores inconvenientes, disfrutado más aún la travesía ya que la tierra de los caminos no fue tanta como en el primer viaje, y habiendo respetado todas las consignas demarcadas en reuniones, luego de la primera travesía (primera experiencia para varios de nosotros), nos queda ahora despuntar las virtudes o defectos de este viaje o tal vez pulir aún más las consignas planteadas, para gozar de las excursiones a futuro, con mayor seguridad y así poder seguir disfrutando de ellas y eventualmente, si hay algún atrevido, escribir nuestras vivencias.

Recomendamos a quien quiera visitar la laguna El Palmar, que lo haga sin dudar, ya que volverá reconfortado como regresamos nosotros.

Primera Travesía SEP a Campo del Medio (24 de Marzo de 2010).

El pasado día Miércoles 24 del corriente, un grupo de personas residentes en Sunchales, Colonia Aldao y Rafaela realizaron una travesía en moto siguiendo un circuito predeterminado al paraje ribereño denominado como “Campo del Medio” (vale aclarar que este paraje se sitúa entre las localidades de Helvecia y Cayastá).

Si bien la idea original de este viaje era dirigirse hacia la Laguna Del Palmar (al este de la localidad de Huanqueros), las últimas lluvias condicionaron varios tramos de caminos rurales haciendo imposible el llegar a ese punto.

Con el entusiasmo intacto, el grupo determinó días anteriores redirigir el destino al mencionado en el primer párrafo con la particularidad de hacer en un 95% el trayecto por caminos rurales.

El punto de partida fue la localidad de Sunchales a las 7.15 horas del día Miércoles próximo pasado, donde la caravana integrada por doce motos, se dirigió hacia Raquel, Moisés Ville, San Cristóbal, Ñanducita, Lucila, Ma. Eugenia, Va. Saralegui, La Petronila, San Justo, Puerta Cadena, Vera Mujica, Naré, Helvecia y Campo del Medio.

Este trayecto de ida tuvo una extensión de 280 kilómetros y se realizó en un tiempo aproximado de seis horas tras superar algún inconveniente muy común cuando se circula en este tipo de caminos (pinchaduras de gomas).

Luego de disfrutar un almuerzo de camaradería en el comedor Edén de Campo del Medio, se emprendió el regreso partiendo de Campo del Medio, Helvecia, Naré, San Bernardo, Luciano Leiva, Angeloni, Soledad, Jacinto Arauz, Elisa, Colonia Ituzaingó, Humerto 1°, Colonia Raquél y Sunchales, arribando a las 19.30 horas y con un recorrido de 230 kilómetros.

A modo de resumen, se recorrieron 510 kilómetros en aproximadamente 12 horas de travesía por caminos rurales y todas las motos intervinientes fueron del tipo “Enduro”.

Los integrantes del grupo fueron:

* Juan Carlos Abt (Colonia Aldao),
* Pablo Alemani (Sunchales),
* Raúl Avila (Sunchales),
* Sergio Chervat (Sunchales),
* Mariano Cravero (Rafaela),
* Gustavo Fenoglio (Sunchales),
* Juan Pablo Gerchen (Sunchales),
* Daniel Guglielmone (Sunchales),
* Javier Manera (Sunchales),
* Daniel Marotti (Sunchales),
* Andrés Remondino (Sunchales),
* Enrique Toselli (Sunchales).

De esta travesía se han destacado el compañerismo, el espíritu de aventura y las ganas de disfrutar la pasión que mucha gente siente por las motos. Indudablemente este ha sido el punto de partida para futuras travesías y desde ya la invitación para los que deseen sumarse.